El día en que consiga independizarme por completo de Windows para mis quehaceres musicales todavía queda muy lejos, más todavía desde que soy padre. Así que no dispongo de casi tiempo para aprender nuevas herramientas de audio y música digital libres como me gustaría. Tengo que elegir entre seguir en el entorno que mejor conozco y continuar creando y produciendo mi música, o invertir ese tiempo en aprender otros programas y no hacer nada jamás con ellos. Y en estos momentos no me apetece nada perder el tiempo probando programas musicales y terminar con muchas horas invertidas, sin sacar nada aprovechable.
Es por eso que decidí continuar haciendo uso de lo que más domino, que es un PC Intel, hecho a piezas, con un viejo Windows XP Home Edition instalado, que compré original en su día, en CD. Y el uso de este sistema es casi en exclusiva para las tareas de composición, grabación, mezcla, masterización, codificación y todo lo relacionado con la música digitalizada. Es un sistema operativo ya anticuado, pero que seguiré utilizando, mientras todavía funcionen las activaciones de la instalación limpia.